lunes, 18 de julio de 2011

Time for a change.

Time for a change. A big one.

jueves, 7 de julio de 2011

Artistas en el ruido


Perfecto e inacabado. De trazo duro, de estilo rápido. Sutilmente dibujado a empujones mientras él, con mano de artista y preparación de arquitecto, esperaba en la cola del paro. Delicado, perfecto entre el ruido.

Buenos Aires


Hace un par de meses nos dejamos llevar. Pensamos en nuestro piso ideal, en fiestas de mojitos y en los países que visitaríamos. Creamos mentalmente un blog y hasta un negocio como proyecto vital durante nuestros meses de aventura. Un par de semanas después repetimos el proceso y creo recordar que nos interrumpíamos unas a otras, nos cortábamos porque éramos incapaces de contener la borrachera de ideas, el entusiasmo, la ilusión de crear unos meses perfectos al otro lado del mundo.

Y parece que el tiempo enfría las cosas. Y el trabajo. Y la vida real. Y dejamos de hablar de eso y de nuestra aventura imaginada. Hoy, como arrastrada por la infame realidad laboral, por lo dificil de las relaciones y las elecciones y por la insultante forma en que las semanas se tuercen con encuentros indeseados, M. estaba pesimista, resignada. Y como si fuera una señal, apareció la columna de Begoña Huertas donde aparece una verdad silenciada por la entronización y asimilación del éxito profesional como plenitud personal: "la gente que sabe exactamente dónde va, nunca descubre nada"

Los objetivos dirigen nuestras acciones, nos hacen crecer, ser la mejor versión de nosotros mismos. Pero si te quedas mirando un punto fijo, si no te das cuenta de que el éxito está en las pequeñas grandes cosas que te pasan mientras vas a por él, te pierdes todo lo demás. Y todo lo demás es la vida. Por eso, hoy más que nunca, quiero interrumpirte, que con un boli, un cuaderno, un ordenador, unos billetes de avión, vivamos las aventuras que un día empezamos a soñar.