Descanso para lo que viene y después de dejar de tambalearme y cerrar los ojos con fuerza hasta ver chispitas, cojo aire mientras los copos me sorprenden en bailarinas.
Un montaje demasiado evidente entre periódicos de febrero, y repito y repito y repito esa canción tan triste de Vetusta Morla...
"Y dejarse llevar suena demasiado bien..."