lunes, 6 de diciembre de 2010

Ande yo caliente...



No me ha parecido oportuno esperarme a ver mis regalos de Reyes, ni si quiera incluirlas dentro de mi lista (que en lo único que se diferencia con las de cuando era pequeña es en el contenido. La ilusión es la misma...). Estas botitas de estar por casa son mi auto regalo de Navidad. Pueden ser sin duda el remedio a los pies fríos. Esos que yo pensaba que estaban siempre calientes hasta que F. me hizo darme cuenta de lo contrario...
Es tiempo de compras y de ilusión... y este podría haber sido un regalo como otro cualquiera, pero cuando lo ví pensé en todo lo que trabajo. Y efectivamenfe... el gustazo de autorregarlse algo sin pensarlo demasiado merce la pena.

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