lunes, 24 de febrero de 2014

Y siempre



Me desperté a dos horas de Madrid, mirando al río en la habitación de hotel más bonita que recuerdo. Contigo el tiempo no pasa. No recuerdan allí el sol que hoy lucía. Ese que nos deslumbraba en aquella terraza derritiendo el frío que trajo noviembre. Tampoco yo sabía lo que necesitaba aquel paseo, ni aquellas horas lejos respirando un aire que hasta ayer me ahogaba. Y tus palabras me hincharon como siempre para inquietar mi sueño, para calmar mi alma. Como siempre, tú.

No hay comentarios: