Si la vida son pequeños momentos, me regalasteis uno perfecto.
La verdad es que el día no comenzó bien (un examen de cuyo resultado es mejor no hablar), que, además, en vez de ser a primera hora, era a las 12.
Pero da igual. No importa porque la tarde valió por todo el día. Creo que hacía tiempo que no me sentía tan agusto. Compras por Fuencarral, Starbucks, sofacillos, servilletas, cotilleos, conversaciones y.. risas... sobre todo risas..
Marta es más capaz que yo de sintetizar esa tarde y sólo se me ocurre daros las gracias por un cumple tan original.
Chicas os quiero... y....
...ya os llegará el día de los 21! jajaja