jueves, 18 de junio de 2009

Silencio

Hoy es el quinto día de protestas pero ya prácticamente no hay imágenes. Las pocas que llegan son de teléfonos móviles enviadas a través de Internet. Y esto ya es insoportable.

Ya sabíamos que en Irán la libertad era el sueño de algunos pero sobre todo el miedo de muchos y que, en un evidente desprecio por ésta, Mahmud Ahmadineyad llevaba desde 2005 practicando el despreciable fundamentalismo que le es propio, bajo el cobijo de un sistema organizado para su protección.

El lunes, una conexión telefónica con la enviada especial de TVE en Teherán era lo único que nos permitía enterarnos de que allí los periodistas ya no son bien recibidos (si es que alguna vez lo fueron). Después de ser "invitados" a marcharse del país, las autoridades iraníes tomaron el visado de 10 días concedido a la prensa internacional como tiempo límite para que éstos dejaran el país. Ayer, ya no podían salir a la calle durante la protesta por si acaso veían algo, por si acaso se les ocurría contar lo que estaba ocurriendo. Por si acaso se les ocurría trabajar.

No es nada nuevo que la prensa resulta incómoda en países como éste, en lugares donde hay algo que ocultar. Sin prensa libre, sin periodismo independiente, no hay libertad social, de conciencia; es lo de siempre. Cuando los periodistas locales no pueden hacer su trabajo por la falta de libertad, ahí es donde la prensa internacional es valiosa y, claro, incómoda.


Y mientras, Ahmadineyad no se da cuenta de que con esto no soluciona su problema. Con su silencio y la represión informativa impuesta por su gobierno no consigue sino hacer mucho más evidentes las carencias de la República Islámica. Un sistema que cumple 30 años con más fracasos que promesas cumplidas, con una sociedad evidentemente frustrada por la brutal represión, el radicalismo religioso y el desprecio a las libertades, a la mujer, a los homosexuales. La misma sociedad que esta semana no ha podido más ante la suciedad de unas elecciones que huelen a la legua. Y no es que Musavi sea mucho mejor que Ahmadineyad...pero es que ser peor que él es muy complicado.

Por cosas como esta me hice periodista. Porque no soporto esta situación. Porque me encantaría estar allí hoy.
(y no estoy muy inspirada..pero algo había que decir sobre todo esto)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy chulo Rous ;) El hecho de que una minoría oligarca someta a la población del país es una vergüenza!

Con posts como estos al menos recordamos lo que pasa en el mundo y lo privilegiados que somos.

Saludos anónimos de mí.

Ro dijo...

venga ya esta bien! NO A LOS ANONIMOS... jo..