
De ahí a información, extraña coincidencia incluída, y al mostrador de Ryanair con la única esperanza de obtener un justificante para poder defender mi ausencia en Trier. Finalmente y después de dos horas, varios amigos nuevos y los codazos de una señora que, sin éxito por supuesto, se intentó colar, conseguimos vuelo para este domingo (con matices).
Y, por encima de todo esto queda una gran verdad... da igual donde estés. En Madrid, Trier o Pekín los exámenes siguen ahí y toca estudiar. Aunque por lo menos la nieve permitió que tú y yo nos despidiéramos bien. Y yo me pregunto... dónde quedó el sol?? Pero eso es para otro día...
2 comentarios:
No hay mal que por bien no venga eh? :P Jo te echo de menos! Y pasear por la Vaguada, tomarnos un cafe en el Starbucks ese cercado en medio del pasillo... jajajaja
P.D: me encantan las canciones!!!
Todo es relativo !!!
"Poder reír, disimular, quizá no importa la verdad, decir que sí, pensar que no..."
Mañana la muerte en forma de exámen, pero yo visito tu blog!
=)
Maridín.
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